En los últimos años hemos convertido a las ciudades en sitios grises, difíciles de habitar, en focos de violencia, pobreza y tensión con graves problemas de contaminación ambiental. La presión que las ciudades ejercen sobre el entorno natural es enorme, no sólo destruyen áreas verdes, rompiendo ecosistemas y disminuyendo la diversidad biológica, sino que también impactan negativamente a la Tierra, con la contaminación de aire, suelos y agua. Hoy en día, las ciudades nos apartan del contacto con la naturaleza y del trabajo con la tierra, cada vez estamos más lejos de las áreas verdes, de los bosques y en sí de la naturaleza.
Se calcula que actualmente más del 60% de la población mundial vive en ciudades. Este es un dato preocupante, pues implica una explotación excesiva de los recursos naturales, un aumento acelerado de la demanda de alimentos, energía y agua, además de un incremento de la contaminación atmosférica y de los cuerpos de agua (lagos, ríos y mares), mayor contaminación de suelos, erosión y deforestación, sin olvidar la generación alarmante de residuos sólidos y peligrosos. Esto nos señala la necesidad de buscar alternativas para crear ciudades sostenibles.
Los habitantes de las grandes ciudades nos enfrentamos con diversos retos, tanto sociales como ambientales. Entre los problemas ambientales uno de los más graves es la contaminación atmosférica, siendo las principales causas de este problema la actividad industrial, el aumento del parque vehicular y la pérdida acelerada de las áreas verdes.
Por ejemplo, la cuenca de la ciudad de México contaba con una riqueza natural y una gran diversidad de flora y fauna. Desgraciadamente, el incontrolado y desordenado crecimiento de la ciudad ha devastado la mayor parte de la riqueza natural que en ella existía.
De esta forma los ecosistemas que constituían los asentamientos de los primeros pobladores y que ahora son el lugar donde se encuentran muchas de las grandes ciudades fueron transformados profundamente, sustituyendo los ríos, lagos, bosques y praderas por casas, edificios, industrias, calles y avenidas, sin respetar ni conservar equilibrio alguno de las áreas verdes. Asimismo, el crecimiento desbordado de la urbe ha transformado el clima, y con ello a la vegetación nativa.
Es preciso preguntarnos, ¿qué podemos hacer nosotros para resolver este problema? ¿cómo podemos, de forma individual o colectiva, contrarrestar la contaminación y actuar a favor del ambiente natural restaurando el hábitat de nuestra ciudad?
Una acción concreta y sencilla a nivel personal que juntos podemos hacer es convertir tu azotea gris en un lugar verde y con vida. De esta forma estarás contribuyendo a:
Mejorar tu calidad de vida
Reconectar al ser humano con la Tierra y la naturaleza
Contrarrestar la contaminación atmosférica de las ciudades
Crear un entorno sano y armónico
Devolverle su vegetación a la ciudad y aumentar su flora y fauna
¿Qué es una azotea verde?
Es un área verde que creamos en los techos de nuestras casas y edificios al poner en ellos macetas con árboles, arbustos y plantas, transformando así los espacios grises y vacíos en lugares vivos y armónicos.
Entre los múltiples beneficios que una azotea verde nos ofrece, mencionamos los siguientes:
Es un contrapeso a la contaminación, al capturar dióxido de carbono, benceno y partículas suspendidas en el aire
Produce oxígeno
Reduce el nivel de ruido
Regula el clima local
Aprovecha el agua de lluvia y la luz solar
Se convierte en un refugio para la vida humana, flora y fauna
Es un espacio para cultivar alimentos
Nos ofrece la oportunidad de reconectarnos con la naturaleza y el trabajo con la tierra
Nos enseña a ser responsables de todas las formas de vida (vegetal, animal y humana)
Nos ofrece una actividad para relajarnos y salir de la tensión al cuidar las plantas y tener contacto con lo verde
Se convierte en un ecosistema para aves e insectos polinizadores
Cambia los ruidos de la ciudad por sonidos de la naturaleza
¿Cómo hacer una azotea verde?
Las azoteas de nuestras casas, oficinas y edificios son normalmente espacios amplios y planos donde llega el sol y el agua de lluvia; recordemos que todos estos elementos son esenciales para el crecimiento de las plantas. Sólo necesitamos un poco de imaginación para comenzar a crear en ellas espacios verdes armónicos, productores de oxígeno y vida.
Diseño
Observa tu azotea (te será sumamente útil si haces un esquema en papel). Comienza por identificar por dónde sale el sol y hacia qué dirección se oculta, con el fin de identificar las zonas de sol y de sombra. Esto te ayudará a decidir cómo colocar las plantas.
El siguiente paso será identificar la dirección del viento. Esto es muy importante, porque el viento en la azotea de tu edificio es más fuerte que a nivel del suelo, lo que tendrás que tomar en cuenta a la hora de colocar tus plantas. Igualmente, la dirección del viento te indica de dónde viene la lluvia.
Registra todos los lugares en donde existen bordes, rejas, barandales, techos, etc., en ellos quizás puedas colocar o colgar todo tipo de plantas, por ejemplo enredaderas.
Una vez que tienes el esquema de la azotea que te has propuesto arreglar es preciso que ahora te imagines tu azotea llena de plantas. ¿Cómo quisieras que se vea?
Impermeabilización
Antes de empezar a colocar las plantas en tu azotea verde, necesitas asegurarte que esté bien impermeabilizada. Si no lo está deberás hacerlo. Aquí te presentamos unos métodos caseros, prácticos y amigables al ambiente.
En caso de que tu azotea no esté impermeabilizada, un método sencillo y poco costoso es el siguiente:
Limpia de polvo y grasa la superficie sobre la cual vas a trabajar.
Identifica todos los puntos en donde existen grietas y cuarteaduras.
Tapa las cuarteaduras con una capa de ½ cm. de cemento plástico asfáltico, para facilitarte esta tarea aplícalo con espátula.
Las partes por donde baja el agua y el área de macetas deberán llevar una capa de 5 a 10 cm.
Dejar secar la mezcla un día completo.
Si deseas impermeabilizar haciendo tu propio impermeabilizante, a continuación te proponemos dos métodos muy económicos. De esta manera se impermeabilizaban las casas antes de que existiera el impermeabilizante comercial.
Impermeabilización para áreas grandes | Impermeabilización para áreas pequeñas
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1 recipiente
| 1 recipiente |
Preparación: Disuelve el alumbre en agua caliente. Por separado disuelve el jabón en agua caliente. Mézclalos y añádelo a los 200 litros de agua, después agrégale la cal. Aplica esta mezcla dos o tres veces sobre el techo con una escoba.
| Preparación: Disuelve en el agua caliente la cal y el jabón hasta obtener una mezcla cremosa. Agrega el alumbre (parecerá que se corta) y homogeiniza la mezcla agitándola hasta que quede uniforme. Aplica esta mezcla dos o tres veces sobre el techo o las paredes con una escoba. Si la mezcla es una masa espesa puedes hacer labor de resanado, si es más bien líquida te servirá para resanar los pequeños detalles. |
Para disponerte a impermeabilizar, verifica que la superficie no tenga polvo ni grasa, si ese es el caso, limpia el área en cuestión.
Una vez que la superficie esté impermeabilizada y limpia, píntala con pintura de alberca o emulsión asfáltica (puedes conseguir cualquiera de ellas en las tiendas de distribución del ramo o en tiendas de impermeabilizantes).
Macetas
Reúne todos los recipientes que sirvan de macetas, como botes, latas, cubetas, ollas viejas, huacales, puedes utilizar hasta escusados; ¡todo lo que se te ocurra! Lo importante es ser creativo y tratar de reutilizar materiales. De esta forma también ahorras y dejas de hacer basura.
Plantas
Puedes conseguir las plantas en mercados y viveros o también sacar esquejes de otras plantas.
El tipo de plantas recomendables para las azoteas son aquellas que resulten ser más resistentes al calor y al viento, toma en cuenta que la situación en una azotea es diferente a la de un jardín. Sin embargo, esto también depende del tipo de tu azotea, pues si esta presenta bordes el viento no será tan intenso y seguramente existirán zonas sombreadas.
En general, el tipo de plantas que te recomendamos son las cactáceas y aquellas de hojas suculentas o crasas, ya que son más resistentes al calor y a la sequía y por lo tanto requieren menos agua, además de que en algunos casos también son muy económicas. Ejemplo de estas son la siempreviva, las conchitas o los magueyes. También puedes incluir otro tipo de plantas como son:
Sol | Sol y sombra | Sombra |
Agave | Alcatraz | Azalea |
Bugambilia | Aralia | Sellaginela |
Hibiscus | Aretillo | Rododendrum |
Jacaranda | Asparragus | Helecho |
Limón | Begonia | Acanto |
Nochebuena | Bromelia | Agapanto |
Piña | Gardenia | |
Sábila | Palma | |
Considera que puedes colocar algunos árboles medianos como ficus, laurel, limoneros y en general algunos frutales. El tamaño de los árboles no es problema, pues éste se regula de acuerdo al tamaño de la maceta.
Cómo sembrar las plantas
Al sembrar las plantas no pegues sus raíces al fondo de las macetas. Si las macetas son grandes y quieres sembrar varias plantas en ellas, deja espacio suficiente entre planta y planta para que puedan desarrollarse adecuadamente.
Es importante que antes de trasplantar las plantas les aflojes la tierra alrededor de las raíces si está demasiado compacta para que, ya sembradas, el agua llegue bien hasta la raíz. Ahora coloca las plantas y la tierra, dejando suficiente espacio entre cada planta para que pueda crecer y reproducirse bien. Si tienes hojas secas, colócalas encima de la tierra, así ayudarás a conservar la humedad.
Acomoda las macetas según las necesidades de cada planta, ofreciéndoles sol o sombra. Usa mosaicos, piedritas, corcholatas o pedazos de madera de desperdicio para poner una base al huacal, de manera que el agua no se estanque debajo de éste. Aunque esto parezca irrelevante, es muy importante para mantener un drenaje eficiente.
Otras propuestas para tu azotea verde
Huertas familiares
En tu azotea también puedes sembrar alimentos, tales como lechugas, zanahorias, jitomates y muchos más. Esto te ayudará a valorar más los alimentos, conocer los ciclos naturales y reconectarte con la tierra, además de ser una forma de ahorro familiar.
Si además adquieres la buena costumbre de no ponerle a tus plantas ningún tipo de fertilizante sintético, unido a la oportunidad de saborear verduras orgánicas tendrás alimentos más sanos.
Plantas medicinales
De la misma forma puedes sembrar plantas medicinales como sábila, árnica, manzanilla, romero, tenebro, bugambilia, etc. y de esta manera comenzar a elaborar un botiquín con medicinas naturales.
Aves y animales
Recuerda que un ecosistema no sólo está compuesto de plantas, sino que también forman parte de él diversos animales. Dándole el debido cuidado a tus plantas y con un poco de tiempo, verás que muchas aves del lugar comenzarán a llegar a tu azotea.
Muchas personas acostumbran a tener a sus perros en las azoteas, ofreciéndoles nada más un lugar de concreto gris. Si tienes perro y por algún motivo no puede vivir contigo, te aseguramos que será más feliz en una azotea verde que en un desierto de cemento.
Estanques
También podrás instalar un estanque con peces y tortugas. Antes de hacerlo, asegúrate que tus plantas estén en buen estado y de que dispones del tiempo suficiente para cuidar a los peces y tortugas, pues requieren de un cuidado adicional y su vida dependerá de que los alimentes de forma adecuada. Recuerda que si tú no te ocupas en proveerlos con las condiciones necesarias para tu ciclo de vida, pronto morirán.
Composta
Una forma de dar más vida a tu azotea verde es elaborando composta, de esta manera conviertes los desperdicios orgánicos en humus, que es un enriquecedor natural de suelos.
La composta es muy fácil de elaborar y sólo requiere de unos quince o veinte minutos a la semana, de otra manera se interrumpe el proceso y puede generar malos olores.
Para hacer composta necesitas lo siguiente:
Lo ideal es que utilices dos composteros, así mientras en el primero (una vez lleno) se está llevando al cabo el proceso, podrás llenar el segundo y no tener problemas de espacio. Existen botes composteros de plástico reciclado o bien puedes elaborar tú mismo el compostero con madera o llantas.
Comienza por colocar en el compostero una capa de tierra de 10 a 20 cm de espesor, posteriormente las capas han de ser de 5 a 10 cm siguiendo este orden: hojas, desperdicios orgánicos y tierra. Si colocas la tierra en la parte más superficial evitarás los malos olores.
Con una pala o bieldo remueve de vez en cuando la mezcla para que tenga aireación. Si está muy seca puedes añadirle un poco de agua. En unos dos meses tendrás lista la composta que podrás utilizar para abonar tus plantas.
En caso de que quieras ampliar la información sobre cómo hacer composta, puedes consultar algunos libros sobre el tema citados en la bibliografía, al final de este manual.
Palabras finales
No existen reglas exactas sobre cómo plantar, regar y cuidar una planta. Este es un trabajo en el que tú poco a poco irás conociéndolas y así sabrás qué les gusta y qué no, te reconectarás con la tierra y aprenderás a guiarte por tu sentido común.
Una vez que tengas tu azotea verde tendrás también un nuevo espacio en tu casa, un jardín donde podrás sentarte a descansar y disfrutar de la naturaleza.
Date tiempo para disfrutarla, invita a tus amigos y a otras personas para que vean tu azotea verde, quizás a ellos también les interese en el futuro construir una azotea verde como tú lo has hecho.
por Angélica Koniechi